Bienvenidos de nuevo, almas valientes, a este espacio de Magia, Amor y Pasión. Hoy ponemos el foco en un tema que, aunque doloroso, es la piedra angular de toda relación duradera: el momento en que la alfombra roja del romance se desvanece y nos topamos de frente con el tendedero de la convivencia.
Nos han vendido la idea de un amor de cuento de hadas: pasión eterna, sincronía absoluta y cero conflictos. ¡Una deliciosa, pero peligrosa, fantasía! La realidad, queridas mías, es que toda relación a largo plazo pasa por un "duelo de la fantasía", un luto por el príncipe azul que nunca existió y la princesa perfecta que no somos.
La desilusión como acto de amor
La psicología de pareja lo llama la crucial transición de la fase de enamoramiento (esa etapa de euforia donde proyectamos nuestro ideal en el otro y filtramos sus defectos) a la fase de amor real o construcción. En esta fase, la convivencia actúa como un espejo implacable: te muestra los calcetines sucios, los ronquidos, el mal humor matutino, y, lo más importante, los miedos e inseguridades de tu pareja.
El terapeuta familiar Salvador Minuchin subraya la necesidad de que las parejas se adapten, redefinan sus expectativas y roles para construir un sistema familiar funcional. Esto implica, inevitablemente, abandonar la "ficción" individual para crear una "realidad" compartida. Este proceso es la desilusión necesaria. No estás de luto por la persona que es tu pareja, sino por la persona que creías que era.
La paradoja del deseo en la rutina
Una de las mayores batallas en la convivencia es conciliar la necesidad de seguridad y paz con la necesidad de aventura y deseo. La experta en relaciones modernas Esther Perel lo explica brillantemente: el deseo se alimenta de lo desconocido, del misterio, del "espacio" entre dos personas, mientras que la convivencia busca la cercanía absoluta y la predictibilidad.
Esperar que la seguridad mantenga el deseo es una fantasía. Las parejas que florecen son aquellas que logran crear un "nicho de deseo" dentro de la rutina. Esto significa cultivar tu propia vida, tus pasiones individuales (aquello que le hace admirarte), y mantener una pizca de misterio y novedad. Recuerda, el deseo nace en el espacio, no en la fusión total.
La clave: reemplazar la fascinación por la aceptación
Superar el duelo de la fantasía requiere un cambio de perspectiva:
De la euforia al hogar seguro: El amor maduro no es una montaña rusa de euforia, sino un hogar seguro donde ambos pueden ser imperfectos, un lugar de anclaje emocional.
Del ideal al respeto: Reemplaza la fascinación (que es ciega) por el respeto (que ve los defectos y los honra).
De la admiración a la aceptación: Reemplaza la admiración por lo "perfecto" por la aceptación incondicional de la realidad.
¡El amor real empieza cuando la fantasía termina!
Toolkit para la transición
Para gestionar esta etapa, necesitamos herramientas emocionales avanzadas:
Inteligencia emocional (Daniel Goleman): La convivencia es un curso intensivo de gestión emocional. Necesitas autoconciencia (saber qué sientes y por qué) y empatía (entender el mundo emocional de tu pareja). Sin estas bases, un plato sin lavar puede escalar a una crisis existencial.
Mating in Captivity (Esther Perel): Este libro es tu mapa para entender y mantener el deseo dentro de la relación. Aborda cómo la intimidad y el afecto, si bien son cruciales, a menudo son los enemigos del erotismo si no se cultiva el "otro" espacio: el de la aventura, la individualidad y la novedad.
Guerreras, la convivencia es la prueba de fuego que transforma el enamoramiento volátil en un amor profundo, consciente y duradero. No temas a la desilusión; abrázala, porque es el primer paso hacia una conexión auténtica.
¿Te ha golpeado la realidad de la convivencia? ¡Queremos saber cómo manejaste ese duelo! Comenta aquí abajo tus consejos y experiencias. Y si valoras esta honestidad, regálanos un me gusta y suscríbete a Magia, Amor y Pasión. ¡Hasta la próxima, y que viva el amor imperfecto!



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